viernes, 14 de agosto de 2015

Consideraciones sobre la reactivación de relaciones entre Cuba y EEUU



Por: Francisco Alfaro Pareja 
@franciscojoseap

1. Sobre el fin de la polarización. Sin lugar a dudas la polarización es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de las relaciones pacíficas entre los seres humanos. Es una forma de violencia cultural (discursiva) que beneficia intereses partidista a costa del mal de los pueblos. La Guerra Fría y su discurso sostenedor ha sido la manera de justificar la violencia directa y estructural que se ha manifestado, por parte de EEUU en un embargo a la isla, un intento de invasión en los años sesentas, la instalación de la base de Guantánamo y la exclusión de Cuba de los foros internacionales. Por parte de Cuba la consolidación de una dictadura sangrienta que ha empobrecido y separado a familias, ha obligado a muchos a lanzarse al mar y ha coartado las libertados fundamentales de los ciudadanos cubanos. Dicho discurso pudo causar en 1962 un holocausto nuclear que, afortunadamente, pudo detenerse a tiempo. El fin del discurso polarizante es una señal para que vuelva la sensatez y el diálogo.

2. Sobre el embargo y la democracia. Por un lado Cuba pide el levantamiento del embargo (aunque han vendido la idea de un bloqueo que no ha sido tal) y el retiro de la base de Guantánamo. Estados Unidos pide más apertura, pluralidad y democracia. Lo cierto es que todo esto parte de la negociación que poco a poco se irá desarrollando. Ambas partes han destacado los beneficios del restablecimiento de relaciones después de tantos años de una absurda incomunicación. Esto vendrá con el pase de los años.

3. Sobre las reparaciones. Este es un tema complejo, quizá el más complicado después que ha corrido tanta sangre y violencia. Fidel Castro pedía en días recientes pago de indemnizaciones por todos los años de embargo. Los ciudadanos cubanos en EEUU piden reparación y justicia por tantos años de exilio y justicia por sus muertos. Países que han sido víctimas de la exportación de la Revolución por parte de los hermanos Castro también piden reparación por la violencia que trajeron a sus países. En fin, algunos hablan de perdón y olvido, yo creo más en generar memoria y buscar la reconciliación. Un camino más largo, en los que muchos quedarán por fuera, pero que sienta mejores bases que un simple perdón y olvido.

4. Los responsables. Queda una pregunta en el aire: ¿quién se hará responsable de todos estos años de polarización, muertos, familias destruidas y violencia absurda? Pareciera que nadie. La víctima es, sin lugar a dudas, el pueblo cubano, tanto el que se quedó en la isla (bien porque quiso o porque no pudo salir), el que se ahogó en el mar, como el del exilio. No quisiera estar en los zapatos de muchos cubanos que en estos momentos deben tener una mezcla de tristeza, rabia, frustración y/o alegría agridulce.



Conclusión: Mirar hacia el futuro. Pero eso sí: mirar en nuestro presente a aquellos líderes que se valen del discurso de la polarización (buenos vs. malos / amigo vs. enemigo / patriotas vs. traidores) y optar por colocar en posiciones de poder a aquellos que parten de una forma de relacionarse distinta, porque al final, la lección cubana no es nueva, es más vieja que la profesión más antigua del mundo y las consecuencias siempre han sido las mismas: violencia para muchos y privilegios para pocos.

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