jueves, 13 de agosto de 2015

Tarek William Saab ¿posible mediador?

Desde su polémica elección como Defensor del Pueblo por parte de la Asamblea Nacional en diciembre de 2014, Tarek William Saab, ha desarrollado una serie de acciones mediadoras entre distintos sectores del país. Iniciando su gestión tomó la iniciativa de atender el caso de los estudiantes venezolanos en el exterior que debido a los problemas con CADIVI (CENCOEX) se quedaron sin divisas y a la deriva. Si bien estos problemas continúan, la Defensoría ha atendido varios de estos casos de manera activa. 

Por otra parte, el Defensor se ha abocado a mejorar ciertas condiciones en el trato a los presos políticos que, desde el año 2014, ocupan las cárceles del país. Aunque su actuación no ha influido en solicitar activamente al Poder Judicial la realización de juicios justos y sin dilaciones (tal como debiera hacerlo), al menos ha influido para lograr algunas medidas cautelares, casa por cárcel, visita a los privados de libertad o la liberación bajo medidas de presentación de algunos de ellos.  También bajo la gestión de William Saab conflictos como los de la directiva de Polar y algunos de sus sindicatos han encontrado bajo la Defensoría una instancia mediadora.

Asimismo, si bien la actitud de la Defensoría ante la implementación de la Operación de Liberación del Pueblo, ha sido nula ante las denuncias de los familiares de algunos de los fallecidos, tal como lo ha denunciado la ONG PROVEA, el Defensor se ha manifestado en contra de opiniones de algunos voceros del PSUV que justificarían la necesidad de armar a la población para la autodefensa frente a la delincuencia.

Finalmente, en días recientes, con motivo de la sorpresiva reunión entre el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, y el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Elvis Amoroso, el Defensor manifestó su disposición a facilitar cualquier tipo de encuentro que facilite el diálogo entre los venezolanos.

Sin lugar a dudas, la grave situación económica que enfrenta el gobierno del presidente Maduro, el descenso en las encuestas, la pérdida de apoyos internos y un posible cambio en el balance de fuerzas dentro de la próxima Asamblea Nacional, pudiesen ser las alertas que sugieren al Defensor tener una actitud diferente ante el sector que podría ser ya la fuerza política  mayoritaria del país. También, por qué no ¿un retorno a sus orígenes como activista de Derechos Humanos en la Asamblea Nacional Constituyente?


Ciertamente, William Saab se encuentra en aguas turbulentas, entre un cargo que el exige autonomía, apego a la ley y valentía y los compromisos políticos derivados de sus nexos con el partido de gobierno. Una actitud militante en los Derechos Humanos y la Constitución lo obligaría a desmarcase de la militancia política. Esto podría generarle conflictos con el PSUV y el gobierno nacional pero podría abrirle paso a consolidarse como un verdadero Defensor del Pueblo y un posible mediador necesario en la Venezuela del año 2016 que, seguramente, será más conflictiva. 

Tiempo de definiciones en donde se le plantean dos caminos: activar sus capacidades para la paz, apegado a la constitución y las leyes o transitar por el camino de la exclusión, la parcialidad y, por ende, de la violencia. A juzgar por sus actos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario