Por:
Francisco Alfaro Pareja
La inmensa mayoría del pueblo venezolano quiere paz,
diálogo y acuerdos. La más reciente medición de la encuestadora Datos, señaló
que el 87 % de la población considera que el Gobierno y la Oposición deben
llegar a acuerdos a través del diálogo. Si esto es así de una manera tan aplastante
¿por qué dicho sentimiento no se expresa de manera contundente en la opinión
pública? Sin lugar a dudas, la estrategia de la polarización empleada para la
captación de adeptos hacia una causa política y electoral es una de las principales
responsables.
Pero ¿qué es la polarización? Según la experta
venezolana en la materia y profesora del Instituto de Psicología de la Universidad
Central de Venezuela, Mireya Lozada, la polarización política es un fenómeno
que genera una visión excluyente del nosotros vs./ ellos y una sustitución del
diálogo por posiciones intolerantes, muy cargadas emocionalmente. Esto produce
problemas en la convivencia social y obstaculiza las posibilidades del
desarrollo de los países (Temas de Formación Sociopolítica, Centro Gumilla, Nº
49, 2009). Para avanzar en la
canalización pacífica del conflicto actual en Venezuela, es necesario despolarizar
la dinámica política.
Para ello es fundamental el empoderamiento pacifista
de la sociedad, es decir, generar un reconocimiento de las capacidades de los
venezolanos para la convivencia, la tolerancia y el respeto ya presentes en su
comportamiento desde hace muchos años. Justamente, uno de los más grandes
dramas que enfrenta nuestro país desde el año 2002 es que, a pesar que la
mayoría de la población es tolerante y convive sanamente en medio de una
pluralidad de tendencias políticas, los sectores extremistas monopolizan la
opinión pública y hacen creer que el país se encuentra en una división
insalvable de visiones de mundo.
Sólo a través del empoderamiento pacifista es posible
romper esa matriz de opinión y presionar de manera activa a nuestra dirigencia a
favor de la despolarización Venezuela y de la generación de un espacio de
diálogo efectivo entre los diversos sectores del país.
En Venezuela son más los espacios que nos unen que
los puntos que nos separan. La Constitución de la República es el gran espacio
macro de encuentro e inclusión. Una Constitución aprobada por referéndum en
1999 y reafirmada por referéndum consultivo en 2007; una Constitución inclusiva
que no da cabida a la exclusión política y social.
El país puede ser llevado al abismo de un conflicto
armado, pero también hacia el reencuentro de su sociedad. De los ciudadanos
depende hacia donde queremos que nos lleven ó hacia donde queremos encauzar el
país.
(Publicado en el Diario 2001, 03-04-2014)
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