El diálogo entre el Gobierno y la oposición cumple un mes “congelado”. Desde el pasado 13 de mayo cuando el secretario Ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, anunció la suspensión de los encuentros, ambos sectores no se han vuelto a ver las caras aún cuando la Unasur los ha instado a fijar una nueva fecha para retomar las negociaciones.
El inicio de las mesas que fue hace dos meses, en Miraflores, y en el que surgieron una serie de propuestas y la promesa de instalar comisiones de trabajo fue el mayor resultado que se alcanzó porque, según los expertos, significó sentar a dirigentes del chavismo y de la Unidad en una discusión por unas cinco horas aproximadamente. El debate creó altas expectativas y diversas encuestadoras destacaron que los venezolanos apostaban por una salida pacífica al conflicto político a través del diálogo que el Gobierno convocó para parar la violencia tras el 12-F.
Para el periodista y ex vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, la propuesta de diálogo debe ser “eterna y su efectividad va a depender de los personajes que intervengan”.
“El Estado llamó a dialogar porque había una necesidad en la calle, la violencia, pero fue muy difícil avanzar porque un sector (la oposición) quiso imponer una agenda y trancó el juego, sin pensar que el Gobierno podía responder de la misma manera”.
“El mayor logro fue sentarlos a todos. Sin embargo fue un mal síntoma el hecho quela MUD no haya condenado la violencia desde el principio. Yo creo que el diálogo no puede fracasar y debe continuarse y la oposición debe analizar el comportamiento extraño de algunos de sus dirigentes”, señaló Rangel.
La mayoría considera que no debe abandonarse el proceso. Algunos dirigentes han asomado a este rotativo que contactos buscan reanimar el diálogo para que ambos partidos reactiven la agenda, eso se está evaluando. Y aunque no hay convocatoria, los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador y el Nuncio de su santidad siguen haciendo esfuerzos para que haya condiciones.
El consultor en temas de Paz y Conflictos, Dr. Francisco Alfaro Pareja, explica la necesidad de una “redefinición del proceso” procurando acuerdos que implique ceder desde lo ideológico hasta lo pragmático.
Sostiene Alfaro Pareja que “quizás no se ha llegado al punto de maduración”. “El sector opositor ha sufrido los embates de un sistema bastante excluyente y la MUD tiene la necesidad de participar, eso no está sucediendo”.
“Por otro lado está el Gobierno queriendo manejar los conflictos solo, pero es el diálogo la mejor opción. Muchos decían que el Gobierno lo que estaba era ganando tiempo, pero yo considero que más bien perdió un tiempo valioso porque es muy probable que para los próximos meses necesite tomar decisiones importantes que van a requerir del apoyo de más sectores”.
Alfaro Pareja agregó que “los dos sectores (MUD- Psuv) están debilitados”. Insistió en promover un diálogo reestructurado que incorpore la posibilidad de estudiar el rol de los terceros en la mesa.
Y propone: “Los testigos de buena fe, algunos miembros de la Unasur y otros del Vaticano podrían definirse como facilitadores para que ellos tengan más capacidad de acción. Además las reuniones deberían realizarse en sitios más neutrales para que cada lado se sienta en confianza. Y la agenda debe establecerse en base a resultados y para eso se necesita voluntad política”.
El profesor de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Jesús Silva, coincide con Alfaro Pareja. “El diálogo está entrampado y los dirigentes deben replantear sus técnicas de negociación, pasar de la variable todo o nada, a concesiones recíprocas. Así que el Gobierno podría admitir una nueva revisión de las medidas humanitarias y la MUD asumir una posición contra las guarimbas”.
Y transcurrido este primer mes en el que no se conocieron acercamientos públicos entre el Gobierno y la MUD, Silva expresa que “no ha habido posiciones más creativas y constructivas para retomar el diálogo”. “Lo que si hay es un desgaste de una ciudadanía agotada por la complejidad del tema económico (...)“No me siento optimista, pero la vía es el diálogo y todos los actores deberían ser convocados ”, añadió.
De abril a mayo, los dos bloques alcanzaron a reunirse tres veces. La MUD afirma tener la “puerta abierta”, pero sigue solicitando libertad para Simonovis. Mientras que el presidente Nicolás Maduro se ha preguntado: “¿Yo voy a soltar Simonovis luego de que él dirigió la masacre del 11-A?”. “¿Dónde quedan los derechos de las víctimas?”.
(Entrevista publicada en el diario Panorama, del día viernes 13 de junio de 2014, por la reportera Thiany Rodríguez. Ver link http://m.panorama.com.ve/not.php?id=115624&width=1280 )
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